La Teledetección

  La teledetección es la técnica que permite la observación a distancia y la obtención de imágenes de la superficie terrestre desde sensores instalados en aviones o en satélites artificiales.

  El primer satélite de observación de la Tierra fue lanzado al espacio por EEUU en el año 1972, iniciándose entonces las técnicas de teledetección. Hoy en día, cada vez son más las empresas y organismos públicos que incorporan el uso sistemático de imágenes en sus proyectos, ya que pueden resultar muy ventajosas para: agricultura, urbanismo, medio ambiente, actualización de bases de datos cartográficas…etc.

  Un sistema de teledetección presenta los siguientes componentes:

• Sensor: situado en un avión o en un satélite. Estos aparatos detectan la energía del espectro de radiación electromagnético emitida por un cuerpo. Hay dos tipos de sensores: pasivos, utilizan la energía emitida por los objetos bien se la emitida por la superficie terrestre o por los cuerpos, o activos, emiten radiación y captan su reflejo. 
• Flujo de energía: es la radiación electromagnética detectada por los sensores.
• Centro de recepción: la imagen obtenida por el sensor (imagen analógica) se transmite a tierra en forma de imagen digital (códigos binarios). Estos lugares se encargan de la recepción, almacenamiento y tratamiento de la información recibida. 
• Centro de análisis e interpretación de la información. 

  Encontramos dos tipos de sistemas de teledetección en función de cuál sea su fuente de energía:

• Pasivos: la fuente de energía que capta el sensor es procede del reflejo de la luz solar en una superficie. Son más baratos, pero no ofrecen información por la noche, ni en condiciones meteorológicas de cobertura nubosa espesa.

• Activos: el sensor es a emisor y receptor de energía, esto es: el sensor recoge el reflejo de la emisión energética que son las ondas que él mismo emite tras reflejarse en la superficie terrestre. Son sistemas más caros, pero trabajan día y noche y además, las ondas de radar atraviesan las nubes, con lo que ofrecen más información y de modo continuo, sin que las condiciones meteorológicas supongan una dificultad para su funcionamiento. Como el radar y el lidar.

  La teledetección tiene numerosas aplicaciones, sobre todo desde el punto de vista ambiental debido a que permite la observación periódica de nuestro planeta. Así, permite establecer comparaciones temporales y detectar variaciones en una zona concreta. Se utiliza para hacer estudios sobre: el avance y retroceso de hielos y desiertos, el cambio climático, el agujero de la capa de ozono, meteorología, lugares con riesgos de inundaciones, localización de bancos de pesa, identificación de cultivos, ...

Imagen que muestra la pérdida de reservas de agua en Oriente Medio

Mapa que muestra el riesgo de sequía en la cuenca del río Mekong

Imágenes obtenidas por el satélite Landsat.

  Las imágenes obtenidas por teledetección de una misma zona pueden presentarse en color natural (en estas se utiliza la notación RGB = 3 2 1) o en falso color (se utiliza la notación RGB = 5 4 3). 

En este vídeo visto en clase, podemos comentar diferentes aspectos sobre la teledetección y la observación del territorio invisible:

Podemos ver en color real y en falso color la zona afectada por un incendio en una zona de Teruel y apreciar la diferencia entre aplicar una técnica u otra, pues solo con el falso color podemos distinguir la zona afectada.

Diferencia entre color natural y color falso de un incendio.

  Además, en este vídeo se nos explica la energía que mas información nos aporta es la no visible por el ojo humano, por lo tanto necesitamos sensores que sean capaces de detectar dicha energía: radiometría de campo que permiten ver el infrarrojo cercano y el infrarrojo medio. Con esta técnica
recogemos firmas espectrales de todas las cubiertas superficiales.

  También se explica la importancia del trabajo de campo, que permite verificar los datos obtenidos por los satélites y las demás técnicas.

 Así, podemos decir que la teledetección consta de los siguientes pasos:

• Análisis de las imágenes del satélite.
• Trabajo de campo.
• Tratamiento de la información.
• Cartografía de resultados.

  Por concluir, creo que la teledetección es una técnica muy innovadora que puede facilitar el trabajo y que nos permite ver cosas que sin ella serían imposibles o muy difíciles de apreciar. Además, deberíamos invertir mucho en ella porque tiene grandes aplicaciones ambientales.