Ariadna Sancha CTMA: Las tormentas solares

Una tormenta solar se produce cuando se altera el campo magnético solar y el plasma solar y partículas cargadas son eyectadas fuera de la superficie del Sol, es decir, son eyecciones de masa coronal. Estas llamaradas se producen en las "playas" solares que son las regiones del Sol mas blanquecinas donde tienen lugar las variaciones.

Las tormentas solares se producen cuando el ciclo solar alcanza su máxima actividad y justo después. Es decir, cuando la actividad magnética del Sol es más fuerte y comienza a descender. Hay un máximo solar cada 11 años.

Durante una tormenta solar, se expulsan y se expanden por todo el Sistema Solar millones de toneladas de plasma y partículas cargadas, junto con gran cantidad de rayos X y gamma, la radiación más potente que existe.

Tormenta solar

Llamarada solar

Las partículas chocan contra el campo magnético de la Tierra, lo comprimen y pasan a las capas altas de la atmósfera. La atmósfera se carga con potencias altísimas que provocan la sobrecarga en las redes eléctricas, apagones, averías en satélites y telecomunicaciones, perturbaciones en el tráfico aéreo, etc. Nuestra tecnología nos hace cada vez más vulnerables a las tormentas solares.

Tormenta solar y campo magnético terrestre

Esta llamaradas solares pueden llegar hasta nosotros si coincide que ocurren cuando estamos alineados con el astro y no se antepone ningún planeta. De hecho, estas tormentas ya han ocurrido en ocasiones anteriores. La más fuerte fue en 1859, y se conoce como "El evento Carrington" que destrozó la red de telégrafos de la época y produjo auroras boreales hasta en el Ecuador.

Además, se calcula que en unos 7 años hay un 12% de probabilidades de que sufrir una tormenta solar fuerte.

Actualmente se puede predecir cuando va a tener lugar una tormenta solar 3 días de que ocurra debido a cambios que experimenta el Sol.

Las tormentas solares llegan a la Tierra en tres fases:

En primer lugar, aparecen las erupciones solares: los rayos X y la luz ultravioleta ionizan la capa superior de la atmósfera, interfiriendo con las comunicaciones por radio.
Después llega la tormenta de radiación, que puede ser muy peligrosa para los astronautas.
Por ultimo, tenemos la eyección de masa coronal que puede interactuar con el campo magnético de la Tierra, provocando fuertes fluctuaciones electromagnéticas que tendrían consecuencias para los GPS (presentes en teléfonos, aviones o automóviles).

Además, las comunicaciones vía satélite, imprescindibles para la actividad diaria, también correrían peligro con la llegada de una tormenta solar.

Es triste, pero si hoy en día tuviéramos una tormenta solar la vida se paralizaría. Esto nos debería hacer reflexionar sobre la gran dependencia que tenemos a la tecnología y pensar que si una catastrofe de estas ocurre se podría tardar como mínimo un mes en reestablecer todos los sistemas. A esto hay que sumar el gran coste económico (hablamos de billones de dólares).

Por lo tanto, deberíamos estar prevenidos y generar un plan que al menos permita cubrir las necesidades imprescindibles (hospitales,...) y que tenga en cuenta la actividad de las centrales nucleares. Estas prevenciones ya se han hecho en otros países como Estados Unidos o Alemania e incluso en Extremadura.

Aquí dejo unos vídeos del programa Cuarto Milenio que explican el tema: